Antioxidantes: ¿Qué son y para qué sirven?
Imagínate que tienes un aguacate fresco en la mano. Este aguacate está lleno de electrones en su estructura molecular, lo que lo mantiene con esa ‘’juvenil’’ apariencia. Sin embargo, cuando una vez abierto lo dejas al aire durante un tiempo, comienzas a notar que las rodajas se vuelven marrones.
¡Esto se debe a la oxidación! Éste es un proceso químico natural en el que se pierden electrones, generando radicales libres, los cuales pueden acumularse en las células y dañar moléculas como el ADN, los lípidos y las proteínas.
Entonces más allá de aguacates rancios, este proceso en el organismo también puede ser una causa de cáncer, enfermedades inflamatorias, aterosclerosis y envejecimiento. Sin embargo no es la oxidación en sí misma sino sus productos (los radicales libres y especies reactivas de oxígeno) los que generan efectos nocivos.
Para controlar y reducir el impacto de los radicales libres tanto la naturaleza como los humanos recurrimos al uso de antioxidantes. El Instituto Nacional de Cáncer de Estados Unidos menciona que los antioxidantes son sustancias químicas que interactúan con los radicales libres y los neutralizan, evitando así que causen daños; en otras palabras son los “eliminadores de radicales libres”.
Dentro de las causas de los radicales libres están los procesos metabólicos como respirar, la exposición al sol, la contaminación ambiental, el tipo de dieta, y el estilo de vida, además de factores psicológicos como el estrés.
El centro nacional de salud integrativa y complementaria estadounidense menciona que nuestros cuerpos producen algunos de los antioxidantes que necesitamos. Por otro lado, los antioxidantes adicionales provienen de diversos alimentos como frutas, verduras y cereales.
¿Dónde se encuentran y cómo incorporar los antioxidantes en la dieta?
Existen muchos tipos de antioxidantes. Uno específico son los flavonoides. Algunos de estos son la curcumina de la cúrcuma y la quercetina de cítricos, manzanas y cebollas. Además, la vitamina C y el glutatión trabajan juntas para proteger nuestras células de los dañinos radicales libres.
Igual que los flavonoides, existen otros antioxidantes que trabajan en conjunto para proteger nuestras células del daño oxidativo. Estos incluyen el ácido alfa-lipoico, la astaxantina, la coenzima Q10 y muchos más. Además, la vitamina C, es un antioxidante importante que trabaja con otros antioxidantes en el cuerpo protegiendo las membranas celulares junto con la vitamina E y los β-carotenos. Estos antioxidantes actúan sinérgicamente para reducir el impacto de los radicales libres y las especies reactivas de oxígeno protegiendo nuestras células y tejidos de manera integral.
A pesar de los múltiples beneficios mencionados, si tomamos demasiada vitamina E o β-caroteno, podemos aumentar el riesgo de problemas de salud, especialmente si no tenemos deficiencias. Por ejemplo, si tomamos demasiada vitamina E, podría ser como si estuviéramos poniendo demasiado detergente en nuestra lavadora; puede hacer más daño que bien si no se equilibra correctamente con otros antioxidantes.
En conclusión, los antioxidantes desempeñan un papel fundamental en la protección de nuestras células contra los efectos dañinos de los radicales libres y las especies reactivas de oxígeno. Desde la curcumina de la cúrcuma hasta la vitamina C y el glutatión, estos compuestos se encuentran en una variedad de alimentos y suplementos, ayudando a contrarrestar los efectos nocivos de la oxidación en nuestro cuerpo. Sin embargo, es importante recordar que el equilibrio es clave, ya que un exceso de ciertos antioxidantes puede tener consecuencias negativas para la salud. Por lo tanto, es crucial obtener antioxidantes a través de una dieta variada y equilibrada, y consultar con un profesional de la salud antes de recurrir a la suplementación. Al hacerlo, podemos ayudar a proteger nuestra salud y prevenir una variedad de enfermedades asociadas a los radicales libres.
